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jueves, 23 de septiembre de 2010

Impresión fotográfica de mis visitas a la Resp., Meritoria y Centenaria Logia "Montecristi", en mis viajes a Cuba, en los meses  de Marzo y Diciembre del año 1979. (Fdo.) Osvaldo Gotera.









Con el Respetado y Querido Venerable
Hermano, Cayetano Guerrero González,
miembro distinguido y honorable de
la Resp. Logia "Montecristi". 1er., Viaje.

En el Oriente de la logia, los queridos hermanos Cayetano Guerrero, Ramón Martínez, Hermano Pons, Miguel Ávila, Vicente Capote, René González y José A. Ipsán. 1er., Viaje.

Queridos hermanos Jesús Marcos García Vázquez, Venerable Maestro en esos momentos, René González, Hermano Pons,
y Enrique Hevia. 1er., Viaje.

En el portal de la logia con los hermanos Rodolfo
Díaz Valdés, Vicente Capote y Mario Izquierdo.
2do., Viaje.
 
Queridos hermanos Antonio (Tony) Tabares, Fausto A.
Echevarría Rodríguez y Orlando Núñez. 1er., Viaje.
En el oriente de la logia acompañado de los hermanos
masones Julián Díaz, Avelino Rodríguez, Jesús M. García, Arsenio
Echevarría y el hermano Pons. También los profanos Orlando
Gotera,  nuestro hijo Osvaldo Tomás y Wilfredo Hano.
2do., Viaje.



Sentado en el lugar que ocupa el Venerable Maestro,
en el Oriente de la logia, acompañado de
 los queridos hermanos René González y Enrique Hevia Hano.


Grados Filosóficos en “Montecristi”

Por Jesús Márcos García Vázquez

 En el año 1876 se efectuó el Primer Congreso Mundial de la Masonería. La pintoresca y atractiva ciudad de Laussane, en Suiza, fue el lugar escogido para que las representaciones de las Grandes Logias del mundo se reunieran. Un castillo de construcción medieval les sirvió como sede. En esa época de intolerancia religiosa y persecuciones políticas de los imperios coloniales contra la masonería, el país helvético, por su neutralidad y pacifismo, se presentaba como el lugar ideal  para que estos hombres acosados y perseguidos por defender y proclamar los ideales de justicia y libertad, se encontrasen seguros y a cubierto.

               
 La Gran Logia de Colón, después Gran Logia de la Isla de Cuba y actualmente Gran Logia de Cuba de AL., y AM., estuvo representada en este congreso  por  prominentes masones, que a riesgo de sus vidas asistieron a la magna reunión de la masonería del planeta.

                El Congreso de Laussane, legalmente facultado para establecerle enmiendas y reformas a los Antiguos Límites de la Fraternidad, tomó una serie de acuerdos en reformas a los fundamentos y organización de la masonería, que de mucho le sirvió a la institución para su futuro desarrollo y desenvolvimiento universal. Dentro de estas reformas se encuentra la separación de los grados simbólicos de los filosóficos. Antes del Congreso de Laussane, la masonería estaba organizada en un sólo cuerpo, del Grado 1 (Aprendiz Masón) al Grado 33 (Gran Inspector General). Los llamados grados simbólicos se consideraban hasta el 5to. (Maestro Perfecto). Con la independencia del simbolismo de los grados filosóficos se crearon dos cuerpos independientes entre sí. La masonería simbólica llegó hasta el grado 3ro. (Maestro Masón) y del 4to. al 33 pertenece a la masonería filosófica, mediante logias capitulares o de perfección. Las logias simbólicas en Cuba (314) son gobernadas soberanamente por la Gran Logia de Cuba de AL., y AM., y la rama filosófica por el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba. Existiendo entre ambos cuerpos, al igual que en todos los países del mundo, un tratado de paz y alianza. No recibiendo en la masonería simbólica honores y méritos ningún hermano por alcanzar grados superiores al de Maestro Masón.

                Entre los hermanos de “Montecristi” siempre ha existido interés por ampliar sus conocimientos masónicos militando en la Masonería Filosófica. Después de la tercera etapa de reorganización de “Montecristi” en el año 1924 los hermanos Ramón Fiallo Borges, José María Pérez Paula, Antonio Valdés Valdés y Julián López Suárez, recibieron el Grado 18 de la Masonería Filosófica (Soberano Príncipe Rosa Cruz, Caballero del Águila y el Pelícano) en el Soberano Capítulo “Jorge R. Costa No. 92 de los valles de San Cristóbal, Pinar del Río.

                En la sesión del día 24 del mes de  Octubre del año 1941 se proyectan varios hermanos de “Montecristi” en la fundación de una Logia Capitular en Los Palacios y que lleve como nombre el de Antonio Valdés Valdés. Para tales propósitos reciben la visita del Hno:. Pedro García Valdés, representante del Supremo Consejo para la provincia de Pinar del Río, el día 8 del mes de Noviembre del año 1941. El proyecto no se materializó.

                En los años 1963 y 1964, un grupo de entusiastas miembros de “Montecristi” incursionaron en la Masonería Filosófica, en busca de su perfeccionamiento masónico. En este grupo se encontraban los hermanos: René Nardo Ipsán, Efrén Toledo Valdés, Osvaldo Gotera Perugorría, René Hernández Díaz y otros. Entre ellos también se encontraba el Hno:. Diosdado Pozo, miembro de la Resp. Logia “Obreros de Occidente” de los Valles de Puerta de Golpe, P. del Río, quien ostenta en estos momentos el Grado 33. Estos hermanos pertenecían a la Logia “Jorge R. Costa No. 92”, de San Cristóbal, P. del Río y todos alcanzaron el Grado 18. El Hno:. René Nardo Ipsán en el año 1965 presidió aquella torre filosófica. La logia de capítulos filosóficos en San Cristóbal, Pinar del Río, batió sus columnas años más tarde.

                En la década de los años 70, otros hermanos de “Montecristi” pertenecieron a la masonería filosófica. Ellos fueron los Hermanos Fausto A. Rodríguez Echevarría, Carlos Valdés Pérez, Manuel González Hernández y Rigoberto Batlle Rodríguez. Asistían a la Logia Capitular de los valles de Artemisa y en esa torre filosófica alcanzaron  el Grado 18. Los Hermanos Fausto A. Rodríguez y Carlos Valdés Pérez, prosiguieron sus estudios en materia de filosofía masónica perteneciendo a una logia de perfeccionamiento en Pinar del Río. En la capital pinareña ambos alcanzaron el Grado 32. Por sus conocimientos y dedicación en el año 1991 el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba le otorgó al VH:. Echevarría el Grado 33, siendo el primer y único masón que ha llegado a poseer tan elevado grado en la historia de la Logia “Montecristi”.
                En el año 2002, en San Cristóbal, Pinar del Río, funcionó nuevamente un capítulo filosófico. La Logia “Montecristi” tenía en mente  el proyecto de fundar una logia de capítulos filosóficos en Los Palacios. Por la membresía dinámica, entusiasta e ilustrada que posee “Montecristi”, se  vaticina a esta logia capitular un seguro éxito.






El Patrimonio de la Logia “Montecristi”
y Donaciones Efectuadas

                El hermoso y confortable edificio de la Logia “Montecristi”, el solar donde se encuentra construida, el Panteón Masónico en el cementerio local, su vistoso mobiliario y todos aquellos medios para su desenvolvimiento y disfrute, conforman su patrimonio. Esta riqueza material ha sido adquirida por “Montecristi” a través de su existencia, por la acción colectiva y mancomunada de su membresía. En cada pared de su edificio, muebles, objetos y partes de lo poseído en su patrimonio, están presentes cada uno de los miembros que ha tenido entre sus filas. No obstante al aporte colectivo, propia de una cofradía, han existido y existen hermanos que además de su aporte colectivo, han realizado  aportes individuales que han servido para aumentar el patrimonio de “Montecristi”.

                Entre ellos citamos:
IH:. Dr. Carlos Piñeiro Crespo, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba (Año 1926). Las estatuas de Minerva, Hércules y Venus, que se encuentran en la cámara. Además cooperó con $200.00 de su peculio personal.

HHs:. Carlos Rojas, Pablo Prado, Calixto Reyes, Eduardo Álvarez,  Claudio Ferrer, Bernardo Pérez, Publio Labrador, Mariano Méndez, José Pedro, Julián López, Esteban Sordo, Antonio Valdés, Santos Ramos, Emilio Girado, Marcelino Rodríguez y Gastón Tatcher. Estos hermanos mediante una colecta entre ellos, le donaron a la logia, el reloj antiguo de pared que se encuentra en la cámara. Este reloj  fue adquirido en el  año 1927 por el precio de $12.00 en una mueblería que se encontraba situada en la Calle José Martí, (actual Calle 21).

IH:. Dr. Antonio Iraizo y del Villar, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba (Año 1930). Embajador de Cuba en España por muchos años. Las banderas cubana y masónica que se encuentran guardadas en la biblioteca y son izadas en los mástiles de la logia en su aniversario.

Hno:. Antonio Abay Cecil. La bandeja conteniendo la cabeza de Juan el Bautista.

Hno:. Avelino Rodríguez Alonso. Los pebeteros para la leyenda del Bautista y espadas.

 
Resp. Logia “Juventud y Progreso”. Busto bronceado de José Martí.

Resp. Logia “Paz y Concordia”. Bustos de Antonio Maceo y José Martí.

Hno:. Antonio Bárcenas Dancausse. Los pedestales para los bustos.

Hno:. José María Pérez Paula. El Ara.

HHs:. Guillermo García Ovies, José Ma. Quintana, Genaro Delgado, Antonio González Pena y Alfredo Rodríguez, miembros de la Resp. Logia “Vida Espontánea”. Estos hermanos fueron iniciados en “Montecristi” y donan el juego de luces del Ara.

Hno:. Secundino Fernández Cadermo. Las bases de las astas de las banderas cubana y masónica, que se encuentran en el Oriente de la logia.

Hno:. Gustavo  Izquierdo Álvarez.  Las astas para las banderas y el muralito de anuncios en la biblioteca.

Señora Madre del Hno:. Félix María Fernández. Una butaca.

Resp. Logia “La Luz de Occidente”. Una butaca.

Hno:. Miguel A. Rivas. Una butaca.

Hno:.: Onelio González Breto. Una butaca.

Resp. Logia “Hijos de Antonio Maceo”. Cuadro del Hno:. Antonio Maceo y joyas de los funcionarios.


 
HHs:. Osvaldo Gotera y René González. Cuadro inmenso del mapa de la República Dominicana y donde se aprecia el pueblo “Montecristi”.

HHs:. René González y Jesús M. García. Bebedero de agua fría.

Hno:. René González. Cuadro conteniendo una carta, de puño y letra, del Hno:. Antonio Maceo.

Hno:. Paulino Mirabal. Sombrerera existente en la biblioteca y mandilera.

 
Hno:. Jesús M. García y señora Marta Álvarez.  Mural donde se recogen las fotos de los hermanos poseedores de la Orden Manifiesto de Montecristi.

HHs:. .René González y Miguel Linares. Cuadro conteniendo el Manifiesto de Montecristi.

Resp. Logia “Víctor Hugo”. Cuadro con diploma de visita.

Hno:. Francisco González y esposa. Cuadro conteniendo la foto de la Hija Adoptiva.

Hno: Osvaldo Gotera. Cuadro conteniendo las fotos del techo de la logia.

HHs:. Paulino Mirabal y Arturo González. Mesas, una de ellas existente en la biblioteca de la logia.

HHs:. Roberto de Jesús Rodríguez, Jesús Marcos García, Francisco Fleitas y Arturo González. 42 butacas idénticas a las  construidas, aunque la logia pagó un ínfimo precio por ellas, los hermanos mencionados donaron la madera, la cortaron y tuvieron que ver en su construcción.

Hno:. Antonio Calderón Tabares. Una silla de ruedas, un botellón para oxígeno, un manómetro y tres cuñas para enfermos.

Hno:. Guillermo R. Suárez. Mural de anuncios y un botellón para oxígeno.

Hno:. Vladimir Hernández Castro. Un micrófono.

Hno:. Jesús Marcos García. Cuadro conteniendo la foto de todos los Presidentes de Cuba en Armas y que fueron masones.

Hno:. Fausto A. Rodríguez. Cuadro donde se encuentra el título de Meritoria de “Montecristi”.

Hno:. Félix San Jorge Delgado. Armario para papeles y documentos en la secretaría.

HHs:. Efrén Toledo y Osvaldo Gotera. Cuadro del Apóstol, obtenido por ellos en el Instituto San Carlos, de Cayo Hueso, Estados Unidos.

Asociación de Masones de “Montecristi” en el Exterior (EL GRUPO “MONTECRISTI”)

                Con el aporte voluntario de los hermanos de “Montecristi” residentes en el exterior, la logia ha realizado reparaciones, se ha embellecido y aumentado su patrimonio. Una batería para el equipo convertidor de energía, se fortificó la iluminación (con la adquisición de luminarias en sustitución de las gastadas y puestas en funcionamiento, otras lámparas para mejor iluminación interior y exterior), se adquirieron 11 ventiladores de pared para la cámara y uno de techo para la biblioteca, equipo de audio con su grabadora, 4 butacas para la biblioteca, material y utensilios para la secretaría, se decoró totalmente el cielo raso de la logia, se hicieron nuevos todos los juegos de uniformes (collarines y mandiles) de los funcionarios y se dotaron de mandiles nuevos a los miembros, se dotaron de collarines a los miembros de la Orden Manifiesto de Montecristi, se reparó el cuarto de desahogo, se construyeron de zinc galvanizado las dos casetas exteriores de los ventiladores de pared, se construyeron, en forma  piramidal, las dos bombas del portal de la logia, se mandó a imprimir y se montó en un inmenso cuadro con cristal el Código de Ética de “Montecristi” (que se encuentra en la biblioteca), reparación total del cuadro gigante del mapa de la República Dominicana  (donado por los HHs:. Osvaldo Gotera y René González), se han adquirido unidades de video y de audio y constan en “Montecristi” filmaciones de sus actividades y en secretaría, grabaciones útiles para el trabajo fraternal, se ha multiplicado el archivo fotográfico, reparación de la plomería en los dos baños y pisos de óptima calidad a los dos baños, construcción de un tanque de acero niquel para uso exclusivo del bebedero, reparaciones en la red eléctrica, se ha pintado en tres oportunidades la logia, la compra de la madera para la fabricación del Club Masónico (hasta su terminación), la compra de aperos de limpieza, de higiene y ambientación olorosa, un equipo de video (VCR) y un televisor a color. La adquisición del VCR, a más de la contribución voluntaria mensual de algunos miembros de “EL GRUPO “MONTECRISTI”, fue posible por la contribución personal del Hno:. Osvaldo Gotera ($125.00) y resto para el correspondiente envío, aportado por el Hno:. Edel Valdés.

                Varios hermanos de “Montecristi” en el Exterior, además de su cooperación  a “EL GRUPO MONTECRISTI”, realizan donaciones personales, tales como envio de llaveros masónicos, bolígrafos y materiales para secretaría. Entre estos hermanos, podemos citar a los HHs:.  Félix A. Pérez, Osvaldo Gotera, Edel Valdés, Justo González, Alberto Cruz y otros.

                También, el aporte recibido del exterior ha servido para algunas actividades sociales, como son las fiestas infantiles, y donde se le han comprado a los niños refrescos, caramelos y golosinas y se le han hecho pequeños regalos sorteados. Se ha ayudado a hermanos de pocos recursos y en momentos difíciles, con alimentos, productos de aseo y frazadas para el invierno.

                En este trabajo se ha recogido el aporte personal de los hermanos de “Montecristi”, desde el año 1926. En estos donativos se han mencionado solamente los objetos físicos y que son visibles. Imposible de reseñar la participación de la membresía de esta logia en sus distintos aportes que le han brindado a su taller para sus actividades, mantenimiento y marcha. Podemos afirmar, categóricamente, que con muy pocas excepciones, para dejar un margen posible, todos han participado con su aporte, en la medida de sus posibilidades. Esta logia siempre ha contado y cuenta con miembros entusiastas y dispuestos a cooperar abnegadamente a todos los propósitos y empeños que se ha dispuesto realizar su Madre Logia. Unos han aportado su esfuerzo físico y conocimientos en oficios requeridos, para mantener en perfecto estado sus instalaciones. Cercado y soldadura de la cerca, chapeado y limpieza del solar. Otros han cooperado en la obtención para la logia de medios eléctricos y de plomería. Múltiples han sido las donaciones en comestibles, ligadas al esfuerzo físico, para que esta logia realice sus grandiosos banquetes y actividades. Los hermanos poseedores de medios de transporte, infinidad de veces han puestos estos al servicio de la logia y su membresía, gratuitamente. En momentos de mayor escasez no se ha visto privada de los materiales de secretaría necesarios para su trabajo, ni tampoco de libros para secretaría y tesorería. Siempre se ha mantenido pintada y  embellecida la Casa Templo que con tanto sacrificio y tesón fabricaron los masones de “Montecristi”. Esta logia es una familia y posee un sola membresía, los de aquí y los que se encuentran en remotos lugares. Todos son masones aguerridos, porque tienen una dignificante herencia.
               
               

La Asociación de Masones de
“Montecristi” en el Exterior

EL GRUPO "MONTECRISTI"

Por Jesús Marcos García Vázquez






                La masonería cubana alcanzó su mayor esplendor en la década del año 1950. En esos años no existía un municipio de Cuba que no contara con la presencia de masones en las esferas del poder político, militar y de justicia. Esta presencia también se hizo notable en los sectores educativos, sociales y económicos. En las logias masónicas existían hombres pertenecientes a las distintas capas sociales. Nobles y laboriosos campesinos, al igual que simples obreros, convergían con cultos educadores y profesionales de las ciencias y las letras. Asimismo, ricos y prósperos comerciantes y hombres de negocios;  políticos de renombre, militares de baja y alta graduación; artistas y músicos reconocidos se daban cita como hermanos dentro de las filas de la Institución Orgánica de la Moralidad.

                Momentos existieron que en el municipio de Los Palacios pertenecieron a la Logia “Montecristi”, médicos de la localidad, dentistas, un gran número de propietarios de los distintos comercios y en diferentes giros, el alcalde, el juez, concejales del ayuntamiento, el teniente jefe del cuartel del ejército y subalternos, policías y toda una gama de hombres con diferentes funciones y oficios dentro de la comunidad.

                El día 1 del mes de Enero del año 1959 el panorama nacional cubano se estremeció con el triunfo de una revolución armada. En ese mismo día el aparato militar y político-administrativo fue desalojado de sus funciones. Los militares, que no cometieron hechos considerados punibles, fueron licenciados. El Poder Legislativo sustituido por un Consejo de Ministro y en los municipios, los alcaldes reemplazados por hombres pertenecientes a las filas del movimiento revolucionario que logró la victoria. En las huestes revolucionarias se encontraban una considerable cantidad de masones, algunos combatieron en las montañas y otros formaron parte de la lucha clandestina en las ciudades. Ocupando algunos altas funciones dentro del Gobierno Revolucionario. Entre ellos hacemos notar, Manuel Urrutia Lleó, Armando Hart, Osvaldo Dorticós y Oscar Alcalde y a los comandantes Hubert Matos, Manuel (Piti) Fajardo, Bernabé Ordáz y René Vallejo.

                En los venideros meses y próximos años, con la aparición de leyes y reformas que  hacía sentir la revolución en el poder, los distintos sectores sociales y económicos se vieron dañados y algunos desaparecieron de la vida pública.

                El nuevo sistema de gobierno se hacia identificar con la ideología marxista y su basamento estructural se centraba en el ateísmo-materialista y toda concepción o doctrina fundamentada en la espiritualidad a través de la creencia de un Ser Supremo y donde se considere al hombre fruto de una creación divina con derecho a su libre iniciativa y desenvolvimiento individual, era considerada antagónica y pugnaba con la nueva visión del orden socialista a implantarse. En este orden centralizado el hombre es considerado un elemento más dentro de la sociedad y tiene su función en el seno de la colectividad.

                Todas las logias de Cuba sufrieron de inmediato este brusco cambio en el entorno político, económico y social y la influencia de la masonería en la sociedad cubana, al perder su espacio social, bajó a niveles nunca antes experimentados.

                En los primeros años de esta transformación, la misma contó con el apoyo de un gran número de masones que veían en el nuevo orden social el triunfo de los ideales de la masonería y abandonaron las filas de la masonería y manifestaban “que en Cuba ya existía un sistema de gobierno que hacia realidad los sueños de la institución”. Otros, años después, desertaban en salvaguarda  de sus intereses personales ante la férrea intolerancia ideológica desplegada.

                A partir de los primeros años de la década de los años 1960, los cubanos comenzaron un éxodo hacia el exterior, que hasta la actualidad se mantiene. Los emigrantes cubanos en los años 60 y 70 procedían, en su gran mayoría, de las capas sociales que fueron en un tiempo representativas de las clases vivas y de hombres de ideales bien arraigados en conceptos diametralmente opuestos a los que en Cuba estaban obligados acatar. En estas oleadas migratorias, que  pueden ser consideradas como el desangramiento de Cuba, marcharon a la diáspora una inmensa y considerable cantidad de compatriotas talentosos, laboriosos y fecundos que triunfaron en sus nuevos parajes de adopción y ayudaron grandemente a fomentar y hacer crecer el entorno socio económico del país receptor. En estas migraciones marcharon al exterior muy buenos y dignos masones, que fueron figuras en la masonería nacional y en sus logias.

                La Logia “Montecristi” ha pasado por la triste realidad de ver disminuida  sus columnas por la partida de excelentes y laboriosos hermanos, que se vieron impelidos a levantar sus tiendas allende los mares.

                En aquellos difíciles años, de la impía intolerancia, los organismos estatales coordinadores de la masonería (léase controladores) le exigían a las logias que no mantuvieran relaciones de ninguna índole con los masones que se marcharon del territorio nacional. “Montecristi” hizo caso omiso a esta demanda imperativa y muy pronto fijó la línea a seguir, enarbolando y defendiendo el concepto: “que la masonería la gobiernan los masones”, manteniendo comunicación con los hermanos en el exilio y atendiéndoles sus familiares enfermos y fallecidos. Lamentablemente no sucedió así en otras logias.

                El año1979 nos trajo la nueva de la fundación de la Comunidad Cubana en el Exterior que culminó en beneficiosos convenios con el Gobierno Cubano y se les permitió a los cubanos residentes en el exterior visitar a sus familiares en su patria natal.

                El primer hermano de “Montecristi” en venir a visitar su terruño lo fue el Hno:. Osvaldo Gotera Perugorría, en el mes de Marzo del año 1979. Llegó a Cuba un miércoles en la noche. El sábado de esa misma semana, en horas de la tarde, era invitado a su Madre Logia y se le ofrecía un caluroso y fraternal brindis. Meses más tarde visitaba su pueblo el Hno:. René Nardo Ipsán, ex Venerable Maestro.  Fue recibido bajo Bóveda de Acero y se le entregó el mallete para que presidiera la sesión. Así, sucesivamente, se ha hecho con todos los hermanos que nos han visitado.

                Existiendo siempre una rica y fructífera relación fraternal entre la Logia “Montecristi” y los hermanos residentes en el exterior. Tanto que se ha considerado que “Montecristi” cuenta con dos membresías, los de aquí y los de allá. Estos hermanos se han preocupado por la marcha de su Madre Logia y nos han hecho llegar sus modestos esfuerzos, que para mucho ha servido. El Hermano René González Ledesma, conocedor del intenso calor que se sufría en la cámara de la logia, tan pronto llegó a los valles de La Florida (Miami) se puso en contacto con los hermanos Osvaldo Gotera y Efrén Toledo, estos últimos residentes entonces en la ciudad de Chicago, Illinois, con el objeto de la recolección de fondos en divisa para enfrentar esta situación con la compra de ventiladores en las tiendas para esos fines existentes en Cuba. La mayor cantidad recolectada tuvo lugar en la ciudad de Chicago, por los hermanos Gotera y Toledo, entre ellos y  los hermanos residentes en esa ciudad en esos momentos: Víctor Díaz, Antonio Bárcenas, Cayetano Guerrero. El Hermano Juan Antonio Cabezas (Cuco el Moro), masón perteneciente a la Logia “Luz de Candelaria”, visitante a las sesiones de “Montecristi” e involucrado en las visitas de la logia a distintos actos fraternales, contribuyó igualmente.

Colecta que fue enviada al hermano René González, para conjuntamente con la cantidad recolectada en Miami, fuera enviada a “Montecristi”. Se contó igualmente con la cooperación económica del Hno:. René Nardo Ipsán, residente en la ciudad de Hialeah, Florida. Ocurrido el fallecimiento del hermano René, su viuda, la querida hermana Aida Díaz Ramírez, le entregó al Hermano René Nardo Ipsán, la cantidad de $900.00 para que lo hiciera llegar a “Montecristi”. Al serle imposible al Hermano Nardo el envío de esa divisa, por muchos inconvenientes del momento, se le solicitó que los enviara en medicinas. Los medicamentos llegaron y fueron repartidos entre los hermanos que lo necesitaban. Años más tarde, con la partida al exterior de otros hermanos, y teniendo a su favor la despenalización del dólar en Cuba, éstos residentes en Miami, hacían llegar sus aportes en moneda fuerte. Entre ellos, Pedro E. Cabrera, José A. Álvarez, Luis E. Oliva y otros.


                Con el propósito de organizar a los hermanos de “Montecristi” en el exterior, en el año 1996 se cursaron cartas entre la secretaría de la logia y los Hermanos Osvaldo Gotera y Efrén Toledo. Con fecha 3 del mes de  Noviembre del año 1996 el VH:. Jesús Marcos García Vázquez, en su condición de Venerable Maestro de “Montecristi” y a tenor de fundamentos masónicos consignados en los Antiguos Límites de la Fraternidad Masónica, orientó y concedió poderes al Hno:. Osvaldo Gotera, residente en la ciudad de Katy, Estado de Texas, en los Estados Unidos, para que organizara a los masones de “Montecristi” en el exterior.

 
Al intenso trabajo del Hno:. Gotera y su consagración, se debió que de inmediato naciera la Asociación de Masones de “Montecristi” en el Exterior y en el mes de Febrero del siguiente año, 1997, vio la luz la publicación mensual “El Grupo Montecristi”.

Magnífica publicación que disfruta de una excelente calidad técnica y literaria y  tiene la función, como órgano informativo de la Asociación, el tener informado a todos los hermanos en el exterior de la marcha de su Madre Logia. La misma recoge en sus páginas las actividades de “Montecristi” y artículos de interés cultural, masónico, social e histórico. La información dirigida a Gotera desde la secretaria de “Montecristi” es por manos propias, a través de masones y amigos que realicen viajes entre Estados Unidos y Cuba y solamente en dos oportunidades la correspondencia no ha llegado a su destino. En igual sentido hace el hermano Gotera para hacer llegar la publicación a “Montecristi” y otros envíos, incluyendo las remesas de dólares en efectivo. Se utiliza por ambas partes, al Señor Orlando Gotera, residente en Miami y quien la hace llegar con esmerada responsabilidad a su destino.



HERMANOS QUE HAN ESTADO CONTRIBUYENDO LOS ÚLTIMOS AÑOS:

Pedro Cabrera, Osvaldo Gotera, Edel Valdés, Justo González, Leoncio Valdés, Félix A. Pérez, Roberto Velis, Erundino González, José A. Álvarez, Luis Páez, Dagoberto Fuentes, José C. Martínez, Rodolfo Mayea, Armando Ramos.

 Según aparece en nuestros archivos, varios hermanos del grupo, en visitas a “Montecristi”, contribuyeron económicamente, fuera de la cuota mensual, durante este período de once años. Entre otros: Rodolfo Mayea, Luis Páez, Edel y Leoncio Valdés, Raúl Morejón, Alberto Cruz, Erundino González, Armando Ramos, Jesús Cruz, Félix A. Pérez, Luis E. Oliva, Roberto Velis. Rogamos perdonen la posible involuntaria omisión de algunos. Cuando la compra de tela para los mandiles y collarines, hicieron donaciones fuera de la cuota voluntaria mensual, hermanos cuyos nombres aparecen en el  resumen  económico.

                A partir de la creación de la Asociación de Masones de “Montecristi” en el Exterior, los hermanos de “Montecristi” en el exilio se han organizado y aglutinado bajo la égida de esa organización. Muchos contribuyen con una cuota mensual y que ha sido de gran beneficio para el  mantenimiento, embellecimiento, decoración, actividades y programas de “Montecristi”, cuyos ingresos y egresos de esta divisa recibida es controlada rigurosamente en balances mensuales. No se tiene conocimientos que exista otra logia en Cuba que tenga su membresía organizada en el exterior y la misma ayude a su logia, como lo hacen los masones de “Montecristi”.

  
Homenaje de "Montecristi" al Padre José

El Padre José, sacerdote católico de procedencia alemana, se desenvolvió durante más de ocho años como Cura Párroco de la Iglesia de Los Palacios y su presencia en este pueblo, en estos momentos de ausencia espiritual y carencia material, puede considerarse como el Maná enviado por Dios al pueblo de Moisés, errante en el desierto en busca de la tierra prometida.




Entrega en la Iglesia de Los Palacios, de un Diploma
de Reconocimiento al Padre José. En el Altar Mayor de
la iglesia, de izq., a derecha: Padre Joaquín, Padre José,
Hermanos Jesús M. García, Armando Ramos (V. Maestro),
Manuel González  y José A. Ipsán.

Hno:. Jesús M. García, haciendo uso de la palabra
en el acto despedida al Padre José.
El día 16 del mes de Febrero del año 1997, día en que la comunidad católica de Los Palacios le preparaba un acto de despedida, por motivo de ser trasladado a la Parroquia de Las Martinas, la Resp., Logia "Montecristi", hizo acto de presencia con un nutrido número de hermanos, vestidos con los respectivos atributos y se le entregó por el Venerable Maestro Armando Ramos un diploma, al mismo tiempo que se efectuó la lectura de una carta, por el Hermano Jesús Marcos García, en la cual se hacía constar que la Resp., Logia "Montecristi", está en la obligación de respetar y admirar toda obra en beneficio de la humanidad y las buenas costumbres, provengan de quien provenga y no puede estar ajena a la inmensa labor que el Padre José ha realizado para la comunidad palaceña en los ocho años de su sacerdocio como Cura Párroco de la Iglesia de Los Palacios, y el día 29 del mes de Enero, tomó el acuerdo de reconocerle sus méritos, haciéndolo saber mediante el diploma de reconocimiento.

En la carta aludida se destaca el siguiente párrafo: "Felices los pocos escogidos que pueden cumplir así su altísima misión sobre la tierra. Benditos los que al abandonar una población, como lo hace usted Padre José en el día de hoy, dejan en el entorno social una brillante estela de luz por sus buenas acciones y un nombre venerado en la memoria de los hombres, mujeres y niños agradecidos de la comarca".
Interior de la Resp., Logia "Montecristi









El cielo raso de la cámara fue bellamente decorado por el pintor del pueblo de Viñales, Ibrahim Delgado, a un costo de $300.00.



Cielo raso sobre el Oriente.



Cielo raso en el Occidente.


 












Interior de la Resp., Logia "Montecristi"
desde el Occidente y desde
el Oriente.
 
El Oriente de la Resp., Logia "Montecristi".