Por Hno:. Jesús Marcos García
El Hno: José Antonio Ipsán recibe la luz masónica en la Logia “Montecristi”, el día 12 de Septiembre del año 1951, es ascendido al Grado de Compañero Masón el 5 de Diciembre del propio año y exaltado al Sublime Grado de Maestro Masón en la noche del 25 de Junio del año 1952.
Oriundo de una familia masónica, su padre y tíos fueron masones, e inmediatamente después de recibir la condición de Maestro Masón se dedica a una intensa labor masónica, hasta el día de hoy.
En el año 1953 ocupa el cargo de Primer Experto; del año 1954 al año 1956 el de Primer Diácono. En los años 1958 y 1959 es Segundo Vigilante. En el año 1960 es Primer Vigilante y en el siguiente año, 1961, ocupa el máximo sitial de una logia, el de Venerable Maestro.
En los años que siguen: 1962, -63, -64 y -65 es Representante a la Gran Logia de Cuba. En los años posteriores al año 1965 tiene que laborar como azucarero en un Central de los Valles de Güines, Provincia Habana y se ve imposibilitado de ocupar cargos en la logia, no obstante ocupa cargos de vocal en distintas comisiones de trabajo.
Ya en posesión de su merecida jubilación, se intrega de lleno al trabajo masónico y desde el año 1975 hasta la fecha, ambos inclusive, ocupa las funciones de Presidente de la Comisión de Moralidad y Vocal de la Comisión de Hacienda.
En el año 1978 fueron creadas en este logia las zonas con el propósito de infundirle a la logia una mejor organización y una más acertada y adecuada explotación fraternal. El VH: José Antonio ocupa la jefatura de la Zona No. 7, desde el inicio de esta nueva reestructuración y además es el hermano citador dentro de su zona, tareas que cumple con delicadeza y esmero.
En el año 1975 en momentos en que esta logia celebraba sus cincuenta años de fundada, de acuerdo a la fecha errada del 29 de Octubre del año 1925 como su fundación, recibe de manos del IH: Mario Oliva Rubio, Gran Maestro de la Masonería Cubana en esa oportunidad, el Premio a la Constancia por 25 años.
El 16 de Noviembre del año 1983 su Madre Logia “Montecristi” le rinde homenaje de reconocimiento y le entrega diploma alusivo.
En el año 1988 recibe la Orden Manifiesto de Montecristi de Segundo Grado y en el año 1991 recibe la de Primer Grado, ordenes que se ha ganado por su magnífica asistencia a los trabajos de la Logia.
En el mes de Abril del año 1992 recibe el Premio a la Constancia por 40 años y el 24 de Junio de ese propio año, en una Tenida Solemne y pública donde se encontraban presentes sus familiares y amistades allegadas, la Logia “Montecristi” le entrega el diploma que lo acredita como su Padre Espiritual, máxima mención que recibe un masón en su logia. En estos momentos se encuentra una moción en la Gran Logia, apoyada por muchas logias, en solicitud del Premio al Mérito Masónico para el VH: José Antonio Ipsán en pago a su fecunda labor.
El VH:. José Antonio jugó un papel muy valioso para la Logia “Montecristi”, en el año 1959 y posteriormente lo ha seguido jugando, siempre en defensa de los sagrados intereses de la masonería. Esta conjuntamente con los hermanos, Cayetano Guerrero, Dr. Lucilo Díaz Fernández, René Nardo Ipsán, Eleuterio León Medina, Matildo Mirabal, Nicolás Martín, José Menéndez Cardama, Osvaldo Gotera Perugorría, Efrén Toledo Valdés y otros más, enmarcado dentro de las figuras de su logia que en un momento dado, debido a su viril actitud, logran que no se conjuguen sentimientos y formas ajenas al dogma de la masonería, ni permitieron el triunfo de cabildeos coquetos.
El primer día del año 1959 nuestra patria experimenta el triunfo de una revolución armada y a partir de ese instante comienza a experimentarse una total y absoluta transformación socio, política y económica. Transformación que, como un cepillo gigante, toca todos los puntos vitales de la entonces Sociedad Cubana: política, económica, religión, costumbres, ideología, etc.
Esta transformación destruye las formas sociales hasta ese momento conocidas por el pueblo cubano. Nuestra nación empieza a conocer un sistema político-gobernante absolutamente nuevo en todos los campos. Esta transformación no puede ser ajena a la masonería, la masonería como integrante de la Sociedad Civil siempre ha estado nucleada en cada municipio por los elementos más liberales e inquietos en el pensamiento socio-político y debido a esta transformación todas las logias de Cuba, al igual que la mayoría de las familias cubanas, fueron sacudidas por esta nueva corriente ideológica.
“Montecristi” no fue una excepción y la dirección de ese año 1959, conjuntamente con un grupo de hermanos de columnas, trataron de vincular esta logia con la nueva corriente gobernante. Al pretender hacer eso, aquellos hermanos, talvez lo hacían con el sano propósito de pensar que estaban cumpliendo con un rol histórico y como aquellos marineros de la fábula, que en noches de tormenta se guiaban por los cantos de sirena, pensaron que ese era el verdadero camino de la masonería, aunque divorciaran esta milenaria institución con sus sagrados preceptos.
A estos intentos se opusieron un gran número de hermanos, aún dentro de ellos de pensamientos afines a la corriente gobernante, que querían que su logia se desenvolviese como está establecido en los Antiguos Límites de la Fraternidad Masónica; se organizaron, crearon candidatura y llevaron en la misma como Venerable Maestro al Dr. Lucilo Díaz Fernández, José Antonio Ipsán como Primer Vigilante y René Nardo Ipsán como Segundo Vigilante. La candidatura obtuvo un triunfo rotundo en las Elecciones Generales del año 1959 y en el año 1960 esta nueva dirección solamente trabajó en mantener la logia dentro de los cánones masónicos. El VH: José Antonio Ipsán gobierna la logia, en su condición de Venerable Maestro, en el año 1961. En ese año solamente tenía una misión máxima a cumplir, y la cumplió a cabalidad: mantener la Logia “Montecristi” ajena de las impurezas profanas; fue un año en que no se podían proyectar los trabajos logiales a otros campos que no fuera la estabilización de la logia.
En su período de gobierno empezaron a llevarse a efecto aquellas famosas y recordadas tenidas del Circuito Occidental, tenidas que se prolongaron en los años venideros y que se interrumpieron por la detención del VH:. Aparicio Aparicio Paneque. A estas tenidas el VH: Ipsán le prestó el mayor concurso y que hoy forman parte de nuestra historia masónica por ser muy necesarias para la masonería en aquellos tiempos, donde la Masonería Pinareña dio muestras de pujanza y fortalecimiento, poniendo muy en alto el Estandarte Masónico. “Montecristi” con el verbo encendido de sus oradores, Efrén Toledo y los Hermanos Radamés y Augusto Martínez, estuvo presente en todas. El VH: José Antonio ha sido y es una fuente inagotable de experiencia, mesura y delicadeza, donde en reiteradas oportunidades he bebido de esa fuente y siempre he tomado agua limpia de impurezas y fresca. Su trabajo amoroso, benéfico y fraternal en bien de la masonería lo sitúan dentro de la avanzada fraternal de esta logia y en este municipio todos lo clasifican como un símbolo masónico; los profanos le dicen José Antonio el Masón y nosotros los masones: PADRE ESPIRITUAL.
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