La cultura y la ilustración están estrechamente vinculadas a la vida de la masonería, desde sus remotos inicios. El masón está en la obligación, para consigo mismo, de cultivarse culturalmente e ilustrarse cada día más. Ha de ir en busca de la verdad a la luz de la ciencia, enseñar al ignorante y sentir amor por el estudio. La vía más plausible de llegar a poseer una relevante cultura y considerarse un hombre ilustrado se encuentra en la lectura.
Las logias masónicas en cumplimiento de sus obligaciones, como centros culturales, y proporcionarle a su membresía el caudal necesitado para adquirir conocimientos, además de las instrucciones y conferencias, se han dotado de bibliotecas.
Tan pronto se reorganizó, la Logia “Montecristi” en el año 1924 se preocupó por este campo cultural. En una vitrina/estante existían libros, revistas, folletos y otros materiales, donados en la mayor parte, por hermanos del cuadro, logias hermanas y hermanos de otras logias.
Biblioteca "Dr. Pedro Morales Escobar". |
El día 1 del mes de Abril del año 1956 fallece el Hno:. Dr. Pedro Morales Escobar, Maestro Masón y miembro numerario de “Montecristi”. En ese momento la Logia “Montecristi” trabajaba en su templo de la Calle José Marti No. 95, (actual Calle 21), aunque estaba en vías de terminación la fabricación de su nueva Casa Templo en la Calle Warren, (actual Calle 20).
En la sesión del día 4 del mes de Abril el VH:. Félix María Fernández, V/Maestro, le informa a la logia: “que al encontrarse en su lecho de muerte el hermano Pedro Morales Escobar y conociendo la ascendencia católica de sus familiares más allegados, hubo de explicarle, por mediación del Hno:.: José Fontela Sordo (con nexos familiares al Hno:.: Morales), el acuerdo de la Alta Cámara con relación al Auxilio Masónico y los rituales que el mismo exige para recibir ese beneficio y ocurrido el fallecimiento del hermano, su familia se negó rotundamente, pese a nuestros esfuerzos, a que por la masonería se le realizaran las honras fúnebres. Renunciando de hecho a todo cuanto por los nexos masónicos del Hno:. Morales, pudieran beneficiarla”.
El fallecimiento del Hno:. Morales Escobar se produce en un momento en que las relaciones de la masonería y la Iglesia Católica se encontraban en el punto más candente, después de obtenida la independencia y la instauración de la República de Cuba. Meses atrás Manuel Arteaga, Cardenal de Cuba y máxima autoridad eclesiástica en la isla, con el consentimiento del Ministro de Educación, trató de imponer en las escuelas públicas el estudio y práctica de la religión católica, como una asignatura más. Este propósito lo hizo público el clero a través de una pastoral que fue publicada en el periódico pro-católico “El Diario de la Marina”. La respuesta de la masonería no se hizo esperar y el Gran Maestro, IH:. Dr. Carlos M. Piñeiro y del Cueto, en nombre de la Gran Logia de Cuba presentó un recurso de violación constitucional al Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales de la República de Cuba, al Tribunal Supremo de Justicia y al Presidente de la República de Cuba. En su alegato el Gran Maestro exponía que se violaba la condición de Estado Laico de la República de Cuba, presente esta condición en la vigente Constitución de 1940.
Se desbordaron las pasiones y este enfrentamiento alcanzó dimensiones nacionales, al tomar participación en el mismo todas las iglesias parroquiales y logias a lo largo y ancho del país. La prensa se hacía eco en sus páginas de virulentos ataques entre la iglesia y la masonería. En los periódicos “El Mundo”, “Excelsior”, “Ataja” y otros escribía la Gran Logia y periodístas masones, como Salvador Menéndez Villoch, Mario Kuchilán y muchos más. La Iglesia Católica en “El Diario de la Marina” y otras revistas y periódicos. También la Liga Anti-Clerical de Cuba, dirigida por el periodista italiano Amadeo Pacífico Barraqué, tomó participación en esta crisis entre las fuerzas del Vaticano y las del Rey Salomón.
Fueron muchos los parques y centros estudiantiles de enseñanza superior en que jóvenes miembros del ajefismo se liaron a puñetazos con jóvenes pertenecientes a la organización Acción Católica. El Ministro de Educación se vio obligado a presentar su dimisión del cargo.
En este contexto ocurre el fallecimiento del Hno:. Morales. En los primeros días del mes de Septiembre de ese año de 1956 llega de la Gran Logia el cheque por la cantidad de $1,000.00, que le corresponde al extinto hermano por los beneficios del Auxilio Masónico. Este beneficio, según el Reglamento del Auxilio Masónico ante la negativa de realizar el ceremonial masónico, queda en poder de la logia. En la sesión del día 5 del mes de Septiembre la logia nombra a los HH:. Félix María Fernández, José Menéndez Cardama, Nicolás Morales Suteras, Francisco Salgado y Luis Herrera Alfonso, para que informen a la logia en la mejor forma en que ha de invertirse esta suma.
En la sesión del día 21 del mes Noviembre del año 1956 la logia acuerda, mediante dictamen aconsejativo de la comisión nombrada al efecto, utilizar el Auxilio Masónico correspondiente al Hno:. Morales Escobar, en la creación de una biblioteca, la cual llevará su nombre. El Colegio Médico de las Palacios, al enterarse de la creación de una biblioteca con el nombre del Dr. Pedro Morales Escobar, envia una donación de $200.00 y las Hijas de la Acacia, Filial No. 34 en Los Palacios, cooperan con la cantidad de $60.00.
Al mudarse los hermanos de “Montecristi” para su nueva casa, el día 30 del mes de Diciembre del año 1956, se encuentran enfrascados en la creación de una biblioteca que responda a las necesidades culturales de la logia y al explendor de la nueva casa templo. Se ordenó construir un hermoso armario de madera preciosa, puertas correderas de cristal en su mayor parte y bellamente barnizado. Se adquirieron fenomenales obras literarias de la caltura universal, dentro de ellas, diccionarios enciclopédicos, enciclopedia de obras famosas de literatura, biografías, novelas, historia universal, historia de la nación cubana y muchas obras más de interés al intelecto humano.
Con el paso de los años esta biblioteca se ha venido enriqueciendo. En la actualidad cuenta con su salón de lectura, anexo a la misma, formado por una mesa y cuatro butacas, excelente iluminación y un ventilador de techo. Las publicaciones “El Grupo Montecristi”, como trabajos enviados por el Hno:. Osvaldo Gotera y los folletines deportivos y las revistas “National Geographic” enviadas por el Hno:. Félix Andrés Pérez Docungé, están entre sus lecturas más codiciadas. La Sra. Rita Soler Hernández, viuda del Hno:. Luis Herrera Alfonso, le donó a la logia parte de la biblioteca del hermano desaparecido.
El Hno:. Noel Francisco Pulido Iglesias es el bibliotecario, la mantiene ordenada y cuida celosamente de su contenido. El Hno:. Pulido en el presente año se ha dedicado al forraje y clasificación de los libros de actas y asistencia de esta logia y los mismos son guardados en la biblioteca para su mejor conservación.
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