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jueves, 30 de septiembre de 2010

I.H:. Francisco Sánchez Curbelo

Por VH:. Jesús Marcos García

                Otro Gran Maestro de la Masonería Cubana que insidió directamente en la vida de la Resp. y Meritoria Logia “Montecristi” lo fue el IH:. Francisco Sánchez Curbelo.
                La Logia “Montecristi” que se había fundado el día 16 del mes de Abril del año 1906, se disuelve el día 26 del mes de Junio del año 1910. A finales del año 1911 los hermanos Manuel María Moreno, Julio Lorenzo Fernández, Antonio Linares Prieto y Francisco Gutierrez Ruenes, residentes en el municipio y miembros de la Logia “Vida Espontánea” de San Cristóbal, comienzan a realizar labor de aglutinamiento fraternal para nuevamente levantar columnas en estos valles. Son secundados en sus empeños por los hermanos Alberto Gómez Rodríguez de “Paz y Concordia”, Juan Pérez Llanes de “Luz de Candelaria”, Manuel Fernández Trevejo y Waldo Ruiz Machado de “Hijos de América”, todos sedentarios en el municipio.
                A la iniciativa y llamado de estos hermanos se suman un numeroso grupo de hermanos de las disueltas logias “Montecristi”, “Luz de Los Palacios” y “San Andrés” de Paso Real. El día 4 del mes de Abril del año 1912, después de aunar voluntades y vencer dificultades creadas por criterios personales, se reunen, eligen cuadro y solicitan Carta Dispensa, en esta oportunidad a la Gran Logia de la Isla de Cuba.
                La Carta Dispensa les fue concedida el día 8 del mes de Mayo del año 1912, por el Muy Resp. Gran Maestro de la Gran Logia de la Isla de Cuba, IH:. Francisco Sánchez Curbelo, ejerciendo como Venerable Maestro el VH:. Antonio Valdés Valdés, Pablo Maruri como Primer Vigilante y Tomás Calderón Bustillo como Segundo Vigilante. La Gran Logia de la Isla de Cuba, por gestiones personales de su Gran Maestro, el IH:. Sánchez Curbelo, durante más de tres años los estuvo prorrogando, pero al no subsanar los problemas existentes la Serenísima Alta Cámara en la Sesión Semestral del año 1915 les retiró la Carta Dispensa.
                En los siete años que permaneció como Gran Maestro el IH:. Sánchez Curbelo, se fundaron en el territorio nacional 48 logias, se reorganizaron 4 y se disolvieron solamente tres logias, dentro de ellas “Montecristi”.
                En el anuario de la Gran Logia de la Isla de Cuba del año 1912 se da como fecha  de fundación de la Logia “Montecristi” el día 4 del mes de Abril del año 1912. Por ser en esta fecha cuando se reunen y solicitan Carta Dispensa a la Gran Logia de la Isla de Cuba, hoy Gran Logia de Cuba de AL. y AM. La logia “Montecristi” en sus inicios pertenecía al Gran Oriente Nacional de Cuba y era práctica de la Gran Logia de la Isla de Cuba tomar como fecha de fundación de las logias el momento que pasaban a estar jurisdiccionadas a la misma.
                El IH:. Francisco Sánchez Curbelo nació en Güines, Provincia de La Habana, el día 29 del mes de Enero del año 1862. Estudia y se hace abogado y notario, estableciendo su bufete en dicha villa. Sánchez Curbelo en Güines fue una institución, no hubo un centro de actividad social que no recibiera el apoyo y la cooperación de su entusiasmo y de su gran cultura. Prestó una gran ayuda a la Cruz Roja de la localidad, al cuerpo de bomberos, a la iglesia y finalmente al liceo y a la Logia “Mayabeque”. Posteriormente se traslada para La Habana y se hace cargo de la secretaría de la Cruz Roja, cargo que desempeñó hasta su muerte.
                Vivió siempre rodeado de una aureola de dignidad y decoro, hombre honrado, serio y muy generoso. Su bufete no era un comercio para la explotación, todo lo contrario, era un templo donde se rendía culto a la justicia, sin distinción de jerarquías ni clases.
                Constituyó  un hogar y tuvo una larga familia, sus hijos varones fueron masones, uno de ellos, Virgilio Sánchez Ocejo fue Maestro de la Logia “Compañeros del Silencio” y Alberto, vocal de la Comisión Judicial de la Gran Logia.
                A todo hombre altruista y generoso, como lo era Sánchez Curbelo, la masonería lo inquieta y le llama la atención. Es una ley natural que su puesto de honor estuviera en la Institución de la Escuadra y el Compás, porque era un hombre de espíritu amplio y fraternalmente humano. Llega al seno de la masonería con edad madura, 47 años de edad, pero emprende un trabajo tan intenso en su logia, que logra destacarse y ésta le confía cargos delicados desde su llegada, los que cumple con perfección.
                Es iniciado en la Resp. Logia “Mayabeque”, el día 8 del mes de Mayo de 1909, toma el grado de Compañero Masón el día 1 del mes de Junio y es exaltado al Sublime Grado de Maestro Masón el día 15 de ese propio mes y año. En las elecciones de su logia en el mes de Diciembre es electo para Representante a la Gran Logia. En la primera sesión de la Gran Logia que asiste, es elegido al cargo de Gran Primer Diácono y Vocal de la Comisión Judicial en el año 1910. En el año 1911 es electo Gran Maestro de Ceremonias y nombrado Presidente de la Comisión Judicial.
                En el año 1912 Sánchez Curbelo es quien se vislumbra para el cargo de Gran Maestro, pero la ley masónica establece que para ocupar este cargo es preciso llevar diez años en el grado de Maestro Masón, o haber sido Venerable Maestro de su logia. Curbelo no estaba comprendido dentro de la ley para ocupar esa alta investidura. Para que quedara legalmente habilitado fue preciso que el Maestro de su Logia “Mayabeque”, que lo era el VH:. Gustavo Aponte, renunciara al cargo y se hicieran elecciones parciales, donde es electo Sánchez Curbelo.
                Con menos de tres años de Maestro Masón resulta electo Gran Maestro y es reelecto consecutivamente hasta el año 1919, que pierde frente al IH:. Erasmo Regueiferos por un solo voto.
                Un masón que lleva poco tiempo en la Orden y se ve en la alta investidura de Gran Maestro, aunque posea mucha cultura en el mundo profano, siempre se ha de pensar y poner en dudas si podrá salir airoso sin dificultades. Este es el caso de Sánchez Curbelo, pero si es reelecto siete veces como él lo fue, tiene que haber dado pruebas de un talento extraordinario, complaciente y saber aunar voluntades para salir triunfante de la gran prueba.
                A los pocos meses de ocupar el cargo de Gran Maestro surgió en la provincia de Oriente la llamada “Guerra Racista”, el alzamiento de los negros el día 20 del mes de Mayo del año 1912, nucleados por el Partido Independiente de la Raza de Color y lidereados por los altos oficiales del Ejército Libetador Evaristo Estenóz y Pedro Ivonet. Guerra que costara tantas vidas valiosas a nuestra patria. El Gran Maestro Curbelo no olvidó los deberes institucionales, envía ayuda para las víctimas y solicita de las logias que se mantuvieran unidas.
                Cuando se sienta en la Silla Salomónica se encuentra que los muebles de la Gran Logia se encuentran bastante deteriorados y que se debían diez mil pesos de hipoteca. Repara el mobiliario, acondiciona un despacho con muebles nuevos y en el primer año de su mandato pagó cinco mil pesos de la hipoteca y el resto en el segundo año.
                Funda la Biblioteca de la Gran Logia de Cuba y crea en la misma el Centro Cultural Obrero. Presta ayuda a los tabaqueros que están sin trabajo por motivos de la Primera Guerra Mundial y tuvo la feliz iniciativa de crear la Galería de los Ex-Grandes Maestros en la Gran Logia, donde se exhiben los retratos al óleo de los Ex-Grandes Maestros que ha tenido la Masonería Cubana.
                En el año 1917 surge otra revolución en Cuba, el alzamiento de los liberales, y él no se descuida, envía mensajes a las logias recomendando la unión y la comprensión entre todos sus miembros por el bien de la patria y de la masonería. El IH:. Sánchez Curbelo levantó la economía de la Gran Logia, dejando un saldo bastante elevado, de acuerdo a la época.
                Organizó excursiones a distintas provincias y fue una preocupación de su parte que en cada pueblo hubiera una logia masónica. Al inaugurarse la estatua de José Martí en el Parque Central de La Habana, es invitada la Gran Logia y consumió un turno en la tribuna el VH:. Dionisio Peón, en representación de la Masonería Cubana.
                Puso en práctica los préstamos a las logias que deseaban fabricar sus templos, haciendo posible con ello que muchas logias fabricaran su casa templo. Al hacer entrega del cargo de Gran Maestro, sigue trabajando con el mismo entusiasmo. Es nombrado Presidente de de la Comisión Judicial de la Gran Logia en el año 1923, y electo como el primer Presidente de la Corte Suprema de Justicia Masónica, cuando fuera creada por Don Carlos Piñeiro y Crespo. Era Gran Representante de la Gran Logia de Rhode Island.
                En su mensaje anual que lee a la Alta Cámara en el año 1917 y que él titula “La Maldita Guerra”, por existir alzados en armas en casi toda la República, entre muchas cosas nos decía: “Qué importa que haya hombres de buena voluntad, que practiquen virtudes educativas y enseñen a nuestro pueblo, que estén respaldados por instituciones de distintas órdenes que los secunden, si en la realidad de la vida republicana hay un fuerte núcleo de ciudadanos que no las conocen y no las practican, que por sus egoísmos y ambiciones desenfrenadas llevan al seno de nuestra sociedad el germen venenoso de las malas intenciones y  procederes, para destruir siempre, en lugar de reconstruir y edificar el edificio social de bases sólidas de amor y justica. El remedio más urgente y eficaz, y la masonería, que es la primera de todas las intituciones humanas, debe con todo el vivismo que les es peculiar acometerlo: Hay que ir al pueblo, enseñando a esta generación humana y cuidadana y a la que ha de sucedernos, cual es el derecho patrio, cuales son los deberes del hombre para con sus semejantes en un pueblo libre, donde la soberanía de los Poderes Públicos parte del seno del propio pueblo; hay que hacer la sana crítica a los hipócritas, que con cinismo extraordinario se han apoderado de la representación pública, preteriendo a los mejores elementos preparados de la Patria, para enseñoreados ellos con la representación pública y social, desde allí corromper al pueblo en sus costumbres y llevarlo por el camino de su irredimible perdición. No podemos, no, permanecer  indiferentes y alejados de esas situaciones perversas y malsanas, porque hacerlo así a más de cobarde, sería criminal. No sólo porque se daña a la Patria y a la familia, sino que se falta a lo que la sociedad universal reclama de todos los componentes de ella para llegar a la meta del ideal acariciado por los que gozan con la práctica del bien y el amor al prójimo, el cumplimiento de los deberes cívicos que forman al buen ciudadano”.
                El IH:. Sánchez Curbelo, como Gran Maestro tuvo que hacer frente a situaciones de gran envergadura: dos guerras civiles y la Primera Guerra Mundial y siempre supo colocar la Institución Masónica en una posición decorosa y digna, acorde a sus deberes para con la Patria y la sociedad.
                Su muerte, ocurrida el día 2 del mes de Junio del año 1933, y su sepelio fue una verdadera manifestación de duelo, con representaciones desde las clases más humildes, hasta las más altas esferas sociales y políticas del país. De la Villa de Güines fue a sus funerales y entierro un carro de bomberos con sus ocupantes debidamente uniformados. La Cruz Roja Cubana también estuvo presente, asistiendo, además, la representación oficial del Presidente de la República y los Cuerpos Legislativos. El duelo fue despedido por el IH:. Germán Wolter del Río. Su muerte constituyó una sensible pérdida para la Patria y para la Masonería.



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