VH:. Matildo Mirabal González
Por Hno:. Jesús Marcos García
Vio la luz masónica el día 7 del mes de Marzo del año 1942. En esos momentos tenía 36 años de edad, estaba casado y era mayoral de una colonia cañera. Residía en zonas aledañas al antiguo Central “La Francia”. Recibió el Grado de Compañero Masón el día 17 del mes de Junio del propio año 1942, fue exaltado al Sublime Grado de Maestro Masón con fecha 19 del mes de Agosto del año 1942.
Desde el mismo instante de su iniciación nació en él un amor sin límites por la masonería, acompañada de una extraordinaria responsabilidad que no se apartaron de él hasta el día de su muerte. Contaban los viejos pilares de “Montecristi” que en la década de los años cuarenta, el camino que conducía al Central “La Francia”, era un infierno cenagoso, y que el VH:. Matildo, a caballo, desafiaba aquellas dificultades para asistir a las sesiones de su logia, no faltando jamás a un compromiso contraído.
Recordarán los viejos troncos de la Masonería Palaceña, como recordamos los que a nuestra cabellera asoman las primeras canas, la forma y esencia de ser del VH:. Matildo. Defensor de lo justo y enemigo aférrimo de lo que consideraba incorrecto.
Nadie podía intentar tener el apoyo del hermano Matildo si no partía de posiciones correctas, fuera quien fuera. Conversador infatigable, reverencioso al hablar y con su inseparable tabaco en los labios.
Nos hacía tomar asiento a su lado y nos decía: “Mira muchacho, yo puedo ser tu padre, fui amigo de tu abuelo o abuela, o algún pariente cercano, y tengo más experiencia que tú”. Después de esta introducción en su conversación, pasaba al tema que quería tratar.
Así comenzaba casi siempre sus conversaciones y nos convencía a todos, porque detrás de sus ojos centellantes, que no los apartaba de nosotros cuando hablaba, había un hombre de buena voluntad y mucho amor.
En “Montecristi” ocupó los siguientes cargos: Años 1962, 1963 y 1966, Primer Diácono;
Año 1971, Segundo Diácono; Años 973, 1981 y 1983, Porta-Estandarte. Recibió los Premios a la Constancia por 25, 40 y 50 años. Después de más de 51 años de matrimonio con la masonería, cuyo matrimonio fue una eterna luna de miel, nos abandona este masón ejemplar, para dar cumplimiento a una ley inmutable de la naturaleza, el día 31 del mes de Julio del año1993. Siempre lo recordaremos, como merecen recordarse los hombres que en su paso por la vida dejan detrás de ellos una estela luminosa de buenos ejemplos y una conducta intachable.
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