VH:. Amador Ortega Crespo
Por Hno:. Jesús Marcos García
Se inicia en “Montecristi” el día 23 del mes de Septiembre del año 1981, recibe el Grado de Compañero Masón el día 2 del mes de Diciembre del propio año. Es investido del Sublime Grado de Maestro Masón, el día 31 del mes de Marzo del año 1982.
Perteneció a esa pléyade de hermanos jóvenes que han venido, y vienen, al seno de la masonería a dejar, en su bregar por la misma, un nombre bien ganado.
A partir de su iniciación se destaca como un brillante masón, distinguiéndose notablemente en la asistencia a los trabajos de la logia, su participación activa y fecunda en todo lo relacionado con el trabajo masónico y una sed infatigable de preparaciòn masónica.
En las memorias de la logia del año 1981, se determinó recoger y dejar plasmado para la posteridad el magnífico examen realizado por el hermano Ortega, en su condición de Aprendiz Masón.
En pago a su entusiasmo y su proyección espontánea es elegido en las elecciones del año 1982 para ocupar el cargo de Maestro de Ceremonias, distinguiéndose grandemente en esta posición. En los años 1984, 1985 y 1986, ocupa el cargo de Secretario. En el año de 1987 nuevamente ocupa la función de Maestro de Ceremonias y en el año 1988 es elevado a la Segunda Vigilancia.
Conjuntamente con esos cargos realizaba otras funciones en comisiones permanentes de la logia y se desarrolló como Activista de la Zona No. 5, donde realizó un magnífico trabajo organizativo y fraternal.
Una de las cualidades que más lo distinguió en su paso por la masonería, fue su inmejorable asistencia. La siguiente anécdota nos refleja claramente su celo por la asistencia: En la madrugada de un día miércoles, día de sesión, fue llevado e ingresado en el Hospital de San Cristóbal, aquejado de un fuerte dolor nefrítico. Todo el día se mantuvo ingresado recibiendo el suministro de los distintos medicamento para aliviar tan penoso dolor. Al abrirse los trabajos de la logia se informa de su ausencia y el mal que lo aquejaba, despachándose, a las 9:30 PM., para el Hospital de San Cristóbal, una comisión de carácter urgente a interesarse por su salud. Poco después se recibió en la puerta de la logia un toque, conocido por nosotros los masones, y era el VH:. Amador Ortega que pedía hacer entrada. Venía con su ropa de enfermo y su rostro desencajado de quien había pasado por la agonía de un dolor intenso. Había sido dado de alta y antes de dirigirse a su hogar vino para la logia, en busca de la asistencia por él tan codiciada.
Fue galardonado con la Orden Manifiesto de Montecristi de Primero y Segundo Grado y en el momento de su fallecimiento, el día 22 del mes de Octubre del año 1993, era el Decano de la Orden.
Lo recordaremos siempre como fue: afable, cariñoso, bondadoso, tenaz, dispuesto y un inmejorable cuentista humorístico, que a todos nosotros, en más de una oportunidad, hizo que a nuestros labios brotase una sonrisa, aunque el alma se negase a brindarla.
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