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jueves, 23 de septiembre de 2010

Grados Filosóficos en “Montecristi”

Por Jesús Márcos García Vázquez

 En el año 1876 se efectuó el Primer Congreso Mundial de la Masonería. La pintoresca y atractiva ciudad de Laussane, en Suiza, fue el lugar escogido para que las representaciones de las Grandes Logias del mundo se reunieran. Un castillo de construcción medieval les sirvió como sede. En esa época de intolerancia religiosa y persecuciones políticas de los imperios coloniales contra la masonería, el país helvético, por su neutralidad y pacifismo, se presentaba como el lugar ideal  para que estos hombres acosados y perseguidos por defender y proclamar los ideales de justicia y libertad, se encontrasen seguros y a cubierto.

               
 La Gran Logia de Colón, después Gran Logia de la Isla de Cuba y actualmente Gran Logia de Cuba de AL., y AM., estuvo representada en este congreso  por  prominentes masones, que a riesgo de sus vidas asistieron a la magna reunión de la masonería del planeta.

                El Congreso de Laussane, legalmente facultado para establecerle enmiendas y reformas a los Antiguos Límites de la Fraternidad, tomó una serie de acuerdos en reformas a los fundamentos y organización de la masonería, que de mucho le sirvió a la institución para su futuro desarrollo y desenvolvimiento universal. Dentro de estas reformas se encuentra la separación de los grados simbólicos de los filosóficos. Antes del Congreso de Laussane, la masonería estaba organizada en un sólo cuerpo, del Grado 1 (Aprendiz Masón) al Grado 33 (Gran Inspector General). Los llamados grados simbólicos se consideraban hasta el 5to. (Maestro Perfecto). Con la independencia del simbolismo de los grados filosóficos se crearon dos cuerpos independientes entre sí. La masonería simbólica llegó hasta el grado 3ro. (Maestro Masón) y del 4to. al 33 pertenece a la masonería filosófica, mediante logias capitulares o de perfección. Las logias simbólicas en Cuba (314) son gobernadas soberanamente por la Gran Logia de Cuba de AL., y AM., y la rama filosófica por el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba. Existiendo entre ambos cuerpos, al igual que en todos los países del mundo, un tratado de paz y alianza. No recibiendo en la masonería simbólica honores y méritos ningún hermano por alcanzar grados superiores al de Maestro Masón.

                Entre los hermanos de “Montecristi” siempre ha existido interés por ampliar sus conocimientos masónicos militando en la Masonería Filosófica. Después de la tercera etapa de reorganización de “Montecristi” en el año 1924 los hermanos Ramón Fiallo Borges, José María Pérez Paula, Antonio Valdés Valdés y Julián López Suárez, recibieron el Grado 18 de la Masonería Filosófica (Soberano Príncipe Rosa Cruz, Caballero del Águila y el Pelícano) en el Soberano Capítulo “Jorge R. Costa No. 92 de los valles de San Cristóbal, Pinar del Río.

                En la sesión del día 24 del mes de  Octubre del año 1941 se proyectan varios hermanos de “Montecristi” en la fundación de una Logia Capitular en Los Palacios y que lleve como nombre el de Antonio Valdés Valdés. Para tales propósitos reciben la visita del Hno:. Pedro García Valdés, representante del Supremo Consejo para la provincia de Pinar del Río, el día 8 del mes de Noviembre del año 1941. El proyecto no se materializó.

                En los años 1963 y 1964, un grupo de entusiastas miembros de “Montecristi” incursionaron en la Masonería Filosófica, en busca de su perfeccionamiento masónico. En este grupo se encontraban los hermanos: René Nardo Ipsán, Efrén Toledo Valdés, Osvaldo Gotera Perugorría, René Hernández Díaz y otros. Entre ellos también se encontraba el Hno:. Diosdado Pozo, miembro de la Resp. Logia “Obreros de Occidente” de los Valles de Puerta de Golpe, P. del Río, quien ostenta en estos momentos el Grado 33. Estos hermanos pertenecían a la Logia “Jorge R. Costa No. 92”, de San Cristóbal, P. del Río y todos alcanzaron el Grado 18. El Hno:. René Nardo Ipsán en el año 1965 presidió aquella torre filosófica. La logia de capítulos filosóficos en San Cristóbal, Pinar del Río, batió sus columnas años más tarde.

                En la década de los años 70, otros hermanos de “Montecristi” pertenecieron a la masonería filosófica. Ellos fueron los Hermanos Fausto A. Rodríguez Echevarría, Carlos Valdés Pérez, Manuel González Hernández y Rigoberto Batlle Rodríguez. Asistían a la Logia Capitular de los valles de Artemisa y en esa torre filosófica alcanzaron  el Grado 18. Los Hermanos Fausto A. Rodríguez y Carlos Valdés Pérez, prosiguieron sus estudios en materia de filosofía masónica perteneciendo a una logia de perfeccionamiento en Pinar del Río. En la capital pinareña ambos alcanzaron el Grado 32. Por sus conocimientos y dedicación en el año 1991 el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba le otorgó al VH:. Echevarría el Grado 33, siendo el primer y único masón que ha llegado a poseer tan elevado grado en la historia de la Logia “Montecristi”.
                En el año 2002, en San Cristóbal, Pinar del Río, funcionó nuevamente un capítulo filosófico. La Logia “Montecristi” tenía en mente  el proyecto de fundar una logia de capítulos filosóficos en Los Palacios. Por la membresía dinámica, entusiasta e ilustrada que posee “Montecristi”, se  vaticina a esta logia capitular un seguro éxito.






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