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viernes, 3 de septiembre de 2010

Crónicas=Circuito Occidental

Las Tenidas del Circuito Occidental
Todavía se habla, por hermanos de avanzada edad y un rico historial dentro de la Institución, de aquellas recordadas tenidas del Circuito Occidental....y lo que representaron para la masonería cubana. En nuestra patria el primer día del año 1959 amaneció con el triunfo de una revolución armada. A la luz de esta revolución se instauró en Cuba un sistema de gobierno totalmente diferente a las convencionales y tradicionales formas gubernamentales, hasta el momento conocidas.

En la Resp. Logia "Gral. Narciso López, de los
Valles de Bahia Honda. Aparecen los hermanos
Claudio Ibarra, René Nardo, Roberto Velis, Juan A.
Cabezas ("Luz de Candelaria"), Osvaldo Gotera,
Efrén Toledo, José C. Pedroso (Lencho), Evelio Velis y
Leonel Nardo (sentado).
No se estaba en presencia de un simple cambio político, de un gobierno por otro, y donde solamente se viese afectada la estructura político-militar que sirvieron de pilares al gobierno derrocado. Se estaba a la vista de algo más profundo, totalmente radical, de una transformación que invadiría todos los campos en que se desenvolvía la nación y mantendría en constante agitación a las masas. El nuevo sistema político gobernante, antagonizaba con todas las formas de vida establecida por la sociedad tradicional.

La masonería, uno de los principales exponentes de la sociedad civil en Cuba, que dogmatizaba su existencia en la creencia de un Ser Supremo y en su trabajo redentor y moralizador se hace acompañar de los valores espirituales, no podía ser ajena a esta transformación y su consiguiente ideología. La masonería cubana, en su lucha y afán por existir, nunca antes se había enfrentado a una situación de esta índole.

Los masones cubanos con hidalguía y estoicismo se enfrentaron y desafiaron la furia del coloniaje español y la venganza del Santo Oficio, pero esta era una situación completamente diferente. Era un enfrentamiento en el campo de las ideas y donde la masonería estaba indefensa. Por los efectos de la propaganda y acción ideológica desplegada, todos los sectores y organizaciones en Cuba se vieron en sus raíces sacudidas y alterado el ritmo de su convivencia.

En la Resp. Logia "Gral. Pedro Díaz Molina", de los Valles de
Cabañas. Aparecen los hermanos, Avelino Rodríguez,
Eleuterio León Medina y Abelardo Dancausse.
Las logias masónicas, nucleadas en su gran mayoría por hermanos pertenecientes a las denominadas clases vivas y campo fecundo en las distintas manifestaciones del pensamiento social, se vieron estremecidas en sus propias  raíces; su razón de existir peligraba. Abierta y públicamente se le reconocía a la masonería su brillante y dinámica proyección social y humanitaria en el pasado, pero se le negaba su razón de ser en el presente. Muchos hermanos abandonaron sus filas, para abrazar la nueva ideología gobernante, y expresaban que en Cuba se había instaurado un sistema político que haría realidad los postulados masónicos.

En aquellos días una interrogante se hizo sentir: ¿Podría la masonería en Cuba salir airosa de la gran prueba que le esperaba? ¿Podría la masonería trabajar y realizar su misión dentro de un sistema ideológicamente adverso? Esta interrogante se tornaba más preocupante y vaticinaba un futuro desafortunado al tener como experiencia el destino de la Institución en los países de Europa Oriental, donde imperaban sistemas políticos similares  al implantado en Cuba.

Los que se hacían estas interrogantes no tuvieron en consideración que en Cuba, la masonería siempre funcionó diferente a los países europeos. En Europa, basándose en una línea más ortodoxa, la orden se comporta, para la admisión de sus miembros, similar a formas del Siglo XVIII. Ha sido una masonería con cierta influencia clasista en la selección de sus integrantes, no así en su funcionamiento.

En la Resp. Logia "Luz de Mantua", de los Valles
de Mantua. Aparecen los hermanos Nicolás Ramos,
Juan A. Cabezas ("Luz de Candelaria"), Augusto
Martínez, Claudio Ibarra y Julián Díaz.
La masonería en Cuba, en todas sus épocas, siempre ha tenido las puertas abiertas a las distintas capas sociales de la población. No ha sido una masonería de frac y guantes blancos, solamente se ha interesado por las buenas costumbres y virtudes de los que vienen a formar parte de sus filas.

Al estar nucleada de las distintas esferas sociales y tener más contacto con el pueblo, es por lo que resiste la acometida de la transformación. No sucediendo en la misma forma con la de los países de Europa del Este, que al estar integrada de una clase elite y ser esta clase marginada, o eliminada, en la lucha de clases que identifican y acompañan a la transformación, la propia masonería se auto-destruye. Ante los primeros desprendimientos e intenciones del nuevo sistema de excluir del ámbito social a todo aquello que pugnase con sus fundamentos ideológicos, los masones se aprestaron a defender la vigencia de la masonería.

Los Grandes Maestros abandonaron su refrigerado despacho y su hasta entonces, vida protocolar al frente de la masonería e hicieron acto de presencia en las logias con el objeto de levantar y fortalecer el espíritu masónico, tan necesitado en aquellos tiempos. A todo lo largo y ancho del territorio nacional se crearon y organizaron actos de masividad masónica y en estos actos los oradores, con elocuentes discursos, defendían la presencia de la masonería, en todo momento y bajo cualquier circunstancia.

Surgieron, para estos actos de masividad masónica, encuentros inter-logias, lo mismo de carácter regional que provincial. Las logias de Marianao, fundaron el Circuito de Logias de Marianao y en igual sentido las Logias de la Llanura de Colón en Matanzas, y así en otros lugares del país. Lo importante y única vía aconsejable era el reunir en actos de esta naturaleza la mayor cantidad posible de hermanos masones, para alimentar el ideal, el ideal en los principios sustentados por la Institución y que los masones percibieran una sensación de fortalecimiento y unidad en la masonería.

En la parte más occidental de la Isla se crearon las “Tenidas del Circuito Occidental”, que agrupaban a todas las logias pinareñas. Efectuándose un encuentro todos los meses en una logia distinta. También asistían a estos convites fraternales, valiosos y dignos hermanos de logias habaneras. Este movimiento tuvo su centro de partida en la Logia “Luz de Occidente” de Guanajay, a finales del propio año 1959.

La Respetable Logia “Montecristi” con gran entusiasmo fraternal calorizó y apoyó estos encuentros. Una comisión representativa de su taller, con su Venerable Maestro al frente, estaba presente en cada una de las citas de las Tenidas del Circuito Occidental. Los oradores de “Montecristi”, a través de su verbo, vertieron en estas históricas sesiones toda su fe y experanza en que los justos y nobles ideales de la masonería cada día se arraigaran más entre sus adeptos y fortalecidos espiritualmente, sepan defender y hacer prevalecer la Augusta Orden de la Escuadra y el Compás.

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